La Catedral de San Esteban es el edificio religioso con mayor importancia de Viena. En este lugar se celebró la boda y el funeral del pianista Mozart. Se construyó sobre un antiguo templo románico en el siglo XII y destaca por su tejado de azulejos, sus impresionantes vistas del centro de la ciudad gracias a sus 130 metros de altura, y sobre todo, por su gran torre de aguja. En su interior se mezclan los estilos gótico y barroco, y contiene imágenes del Cristo Crucificado, las Catacumbas, la Campana Pummerin, un órgano barroco aún en uso y las tumbas de varios miembros de la realeza como el príncipe Eugenio de Saboya.